martes, 10 de febrero de 2009

Para mi hija Eliza

¿Sabes? no me conoces
Te vi en un sueño nacer
Te vi crecer con consejos
Y nos vimos, dos, educando a una mujer

Eras preciosa, moños rosas
Eras valerosa, puños, temple
Eras tan pequeña, tan grande
Eres todo el universo
Dando amor en cada instante

Yo no pensé en tu nombre,
Yo pensé en tu educación,
Fue otra la que quiso nombrarte
Eliza, nuestro gran grande amor

Y así serás hija mía,
Hasta ahora, sólo una nube de algodón
Que te veo en las noches, y a veces en los días
Tardándote o apurándote a llegar
No evitará que queramos darte alegrías a montón

1 comentario:

Unknown dijo...

Algo asi me pasó hace como un mes, fue mágico, precioso. Unas personas aprecian poco menos que otras este tipo de milagros y para unos es demasiado ver mas allá de las palabras. Un día sin motivo te darás cuenta del milagro, pero no será asi, será mejor.