domingo, 20 de abril de 2008

Una introducción para la Flor

El poema roto del amor de Judas a Cristo.
La resonancia de las olas del mar.
La cabeza sin piernas, sin brazos, sin lugar.
El suspiro triste de la despedida fugaz.

El bastardo abuelo de Sabina.
La contienda del mes de abril.
Las lagrimas tiradas del uno al otro.
La rosa de "Por Siempre" quemada en tu jardín.

La minusválida promesa del "forever",
el doctor que la vino a resanar.
Mis besos que sin ti no son tus besos,
mi corazón que sin ti, sus latidos morirán.

La tirana cuerda que se rompe sin darse cuenta a quien tirará.
La dulce hoguera de nuestra pasión bajo el agua.
Los recuerdos villanos de nuestra duda.
Este amor que jamas terminará.

La mujer más hermosa del mundo.
La princesa de mi reino llamado soledad.
El rincón de los idiotas conmigo en su lugar.
Lizet González Rojas, el amor mio, como pedestal.


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